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sábado, 27 de abril de 2013

TWITTER AL PODER


En épocas de redes sociales, éstas rápidamente se van imponiendo a todo, incluso a la realidad misma. Día a día hordas de personas de todo el mundo se van registrando en cada una de ellas buscando expresarse, informarse, tratando de impedir que la red los deje fuera del sistema. Ante este escenario, se dan miles de situaciones en que el número anónimo que habitualmente somos, salta y se aleja del resto para dejarse ver. He aquí el gran objetivo de unos cuantos.

Pero qué pasa cuando estas situaciones las protagonizan ciertos personajes que ya lograron notoriedad pública anteriormente? Más precisamente, qué es lo que sucede cuando este medio es utilizado por los encargados de gobernar?

Particularmente a mí desde el vamos, me produce un rechazo absoluto. En su búsqueda de obtener más popularidad, los políticos se introducen a discusiones cibernéticas, mensajes con doble sentido, otros directos y brutales, que apuntan simplemente a hacerse ver. Esto, obviamente, se da en un marco en el que el pueblo necesita acciones, no palabras y mucho menos que estas vengan desde un rincón tan vacío y frío como es la net.

Esto, indefectiblemente se convierte en un circo en el que los lobotómicos (ver TU VERDAD DEJAME VER) se encuentran sentados en primera fila, fervorosos por el espectáculo que se les está brindando. Esto lo saben muy bien los mandamases, que se envalentonan con cada twit, muchas veces suben la apuesta ante una tribuna virtual que los aclama y que tantas otras les baja el pulgar.

Desde este humilde lugar, le vocifero, insisto e intimo a la clase política que se dedique a trabajar por y para el pueblo, pero de enserio, la promesas ya no sirven, se está acabando el tiempo. Sepan que todo lo que tienen hoy, algún día lo van a perder, nada es eterno, todo es efímero, ténganlo bien presente. Porque es muy fácil dar por terminado un reclamo de la población, marcando y calificándolo como expresión de la Derecha o de la Izquierda. 

A todo esto, yo me pregunto, qué ha hecho la clase dirigente en 30 años de Democracia para que la gente siga confiando en este sistema, que cada 4 años nos da la opción de elegir a un monigote nuevo... Al parecer, nuestros gobernantes nunca se lo han planteado...

Muchas gracias por vuestra atención...



viernes, 26 de abril de 2013

EL PATOTERO Y LA CORPO

Seguimos con el humor más ácido de nuestra patria, aquel que nos hace dar carcajadas para no llorar terrible e irremediablemente. Proseguimos con la dualidad extremista, que justamente ayer se me figuró en El Patotero y La Corpo.

Este cuento maravilloso que tiene varios capítulos, a esta altura da para escribir varios tomos. Pero centrémonos en lo ocurrido en el día de ayer, en ese paso de comedia maravilloso, ese boudeville patético que llevó a cabo el Secretario de Comercio Interior de la Nación. 
Esas son actitudes de un funcionario público acaso? La amenaza constante, la marca de personas, el séquito de lisonjeros pagos que lo acompaña, todo ese show... es necesario? Porque acá nadie discute que tenga razón tal vez, acá nadie defiende a una corporación mediática como tantas otras que se ha revolcado en la cama con cuanto político con poder pasó por el sillón de Don Bernardino y otros edificios públicos de gran envergadura.

Es así como nos manejamos en nuestra nación, porque éste no ha sido el único que se comporta de esta manera. Si empezamos a buscar en los archivos hay muchos personajes nefastos que se jactaron en su momento de un poder infranqueable, haciendo lo que se le plazca, vendiendo humo a Dios y María Santísima.

Esta gente se alimenta del pueblo, se ríe de nosotros, con total impunidad obviamente. Y no pasa solo en Argentina, ocurre en todos lados, por eso el mundo está en una constante alerta de explosión inminente. No nos damos cuenta que poco a poco nos van desgastando, la sumisión está a la orden del día, estamos viajando continuamente al matadero, y por alguna razón extraña la mayoría escapamos, pero volvemos a caer en la misma trampa una y otra vez. Esto, obviamente, hasta el día que nos toqué la punzada final, allí no habrá calavera que chille. Será muy tarde ya, nadie se va a acordar de nosotros, porque el resto sigue preocupado por su propia integridad. 

Muchas gracias por vuestra atención.